Omar Churión: “El dolor del abuso siembra las semillas de su propia repetición”

“Desde hace años tenía la idea de hablar del maltrato infantil, pero el texto surge desde que comienzo a trabajar con el equipo hace seis meses. Fue un texto en construcción hasta este día que estreno”, señaló Omar Chourio, quien escribe y dirige Acuarela, la nueva pieza de la Compañía Nacional de Teatro (CNT).

La obra es un drama sicológico sobre el abuso y la violencia contra la infancia. Temas fuertes, pero esa dirección de Chourio en “construcción” fue la clave para que este trabajo sensibilice. Destacan principalmente “Jo Sé” y Amilkar García, quienes son el dúo que realizan ese contrapunteo dramático, pero complementan muy bien Francys Briceño, Sara Escalona, Yemaya León, Sebastián Quevedo, Yisser Oviedo, Kenyerli Gelvis, Maddy Hernández y Keyla Guerrero, quienes realizan los personajes de los niños abusados y otros más. Todos precisos y sintiendo a fondo lo que hacen. En general, actúan los elencos emergente y laboratorio de creación artística de esta institución.

El montaje es para mayores de 14 años y estará hasta este domingo 2 de noviembre, de jueves a sábados a las 6 pm; y domingo, 4 pm, en el Teatro Alberto de Paz y Mateos, ubicado en Las Palmas, subiendo por Clínica Méndez Gimón.

La trama muestra como un escritor se consume intentando dar forma a varias historias, por lo que una y otra vez, sus relatos quedan inconclusos; son personajes que no logran “nacer” en el papel, prisioneros de un tema que el autor no puede o no se atreve a completar. Paralelamente, los espectadores serán testigos de la tensa interacción entre un periodista y un prisionero, sentenciado por múltiples homicidios a menores.

Acuarela es una reflexión punzante sobre los ciclos de violencia y la manera en que el dolor del abuso siembra las semillas de su propia repetición. Es un espejo que obliga al espectador a cuestionar: ¿cuál es el verdadero origen de la oscuridad y quién está condenado a revivirla?”, analizó Omar Churión sobre la puesta.

Agregó que su principal motivación para escribir sobre este tema es que no consiguió registros sobre este tema en el teatro venezolano, como si se tratara de un tabú. Con una escenografía deliberadamente reducida y enfocada en el simbolismo de unas puertas que cobran vida en escena y una iluminación impactante, la obra logra mantener en vilo a los espectadores hasta el último minuto de la trama.

La obra cuenta con la asistencia de dirección de Gema Nerissa, producción de Jasón Hernández, asistencia de producción de Sofía Carreño, iluminación de Alejandro Martínez, sonido de Alejandro Capote y vestuario de Johana Rojas, todos bajo la producción general de Rufino Dorta.

En conversación, luego del primer ensayo general, esbozó: “Yo lo que tenía era la idea desde hace años. El texto surge desde que empiezo a trabajar con el equipo hace cinco meses. No tenía nada, sino que el texto surgió en colectivo. Y justamente en esta investigación de buscar piezas venezolanas que hablaran sobre el maltrato infantil y no encontrar; o por lo menos yo no encontré, me llevó a mí a escribirla junto con los muchachos… Ese tema es como que no se habla en el país”.

A futuro no tiene otro texto de su autoría para montar: “Mira, por ahora no,  ya que estoy acá con Acuarela y trabajando muchísimo con la compañía. Fíjate, que próximamente vamos con La quema de Judas. Y en eso estoy”.

Como muchos piensan, esta obra puede verla adolescentes mayores de 14 años, por lo que a futuro se podrían invitar a liceos para una nueva temporada. El enfoque del problema y la gran puesta en escena haría llegar con contundencia el mensaje: “También las escuelas de arte escénico. Los estudiantes de la Escuela de Arte Escénica Juana Sujo, César Rengifo, Rajatabla. Todas esas escuelas están cordialmente invitadas a que vengan a disfrutar de Acuarela”.

EN CONSTRUCCIÓN

Churión ya tiene experiencia con textos en de construcción, “ya que una vez hicimos uno durante una de la temporada de Microteatro Venezuela. Éramos un equipo integrado por Jeizer Ruiz, Daniel Alfonso Rojas, Patricia Parra y mi persona. Eso fue hace más o menos como 5 o seis años. Es una pieza corta muy, muy, muy potente. Y fue un trabajo de mesa donde yo ahí estaba haciendo una musicalización y producción.  Los actores eran Patricia y Jeizer; mientras dirigía y escribió Daniel… pero fue un trabajo de sentarnos en la mesa y hablar”.

Ese trabajo de mesa fue “hablar, hablar, hablar sobre la situación que estábamos viviendo en ese momento. Y Daniel se dedicaba a escribir con todo eso que estábamos diciendo nosotros. Nos dijimos que ‘esto es un taller de construcción’. Y lo fue”.

Considera que el montar obras venezolanas, lo ayuda a crecer más como actor: “Sí, totalmente. Siempre es un reto para mí. En general, trabajar en una obra es un taller. Siempre es un taller, por mucha experiencia que tengas”.

Y en cuanto a talleres realizados, “mira, ya muchos, yo creo que más de cuarenta talleres (risas); porque siempre el director que esté, te va a pedir cosas nuevas. Te va a pedir que camines de una manera, cómo habla esta persona. Y toda la investigación que tienes que hacer se convierte en un taller”.

“Bueno, mi maestro, César Rojas, influyó mucho. También Dairo Piñeres Yo hice un taller de dirección con Dairo y fue fabuloso; pero nunca he tenido la oportunidad de trabajar con él directamente. Sin embargo, haber hecho el taller con él, me voló a mí la cabeza y me abrió tantas posibilidades.  Sí, desde allí, yo siempre había tenido como la inquietud de dirigir”, comentó sobre sus inicios en el área.

Por eso, “cada vez que estaba en obras, siempre estaba viendo lo que estaba haciendo el director. Yo estaba como actor. Y mientras él estaba haciendo su puesta, yo tenía la mía en la cabeza. Creo que esa dualidad de actuar algunas veces y dirigir en otras, creo que la voy a mantener en el resto de mi carrera”.

También Omar se atrevería a escribir un texto previo sin construcción en el momento: “Sí, sí. Fíjate qué partiendo de esto, obviamente hay temas todavía de los que quiero hablar. Estaría hablando sobre otra cosa, pero también habría violencia allí. Algo de violencia y abandono”.

Para estar al tanto de todos los detalles de la programación teatral de la CNT, seguir en Instagram a @cnteatro_ve y en Facebook a la Compañía Nacional de Teatro de Venezuela.

Por: Eduardo Chapellín

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